El apego emocional
Al nacer un bebé, éste necesita de la ayuda de los adultos para sobrevivir, ya sea de su madre, padre, familiar o un cuidador, si es que faltan las figuras principales. Pero además de comida, higiene y abrigo, el bebé necesita caricias, palabras de cariño, miradas…, necesita tener contacto y comunicación con sus cuidadores y vivir experiencias que le tranquilicen y le hagan saber que los tiene a su lado para consolarlo y acompañarlo, necesita apego.
Aquellos que tratan de satisfacer las necesidades del bebé como la protección, alimentación, estimulación y emociones, por medio de la satisfacción de las necesidades, acompañando ello de emociones, crean ese lazo afectivo denominado apego.
En los años cincuenta, John Bowlby, pionero en las teorías de apego, manifestaba la importancia de los vínculos primarios, describiendo en sus artículos que un apego seguro era generador de una salud mental infantil adecuada. En cambio, si un niño no recibía el cuidado y la protección tan necesarios en esta etapa, podría desarrollar sentimientos de inseguridad, agresividad y desconfianza.
Elementos clave del apego
El vínculo de apego tiene diversos elementos claves:
- Es una relación emocional perdurable con una persona en específico.
- Dicha relación produce seguridad, sosiego, consuelo, agrado y placer.
- La pérdida o la amenaza de pérdida de la persona, evoca una intensa ansiedad.
La teoría del apego está reconocida universalmente, puesto que la importancia del contacto continuo con el bebé, sus cuidados y la sensibilidad a sus demandas, se encuentran presentes en todos los modelos de crianzas derivados de los diferentes medios culturales.
La importancia del vínculo
Pasada esa euforia inicial de los primeros días donde todo es nuevo a la vez que maravilloso (y de ello bien sabemos en Comat Matronas), empezamos a priorizar sobre sus necesidades físicas: darle de comer, acostarlo a su hora, cambiarle el pañal…en cambio a veces dejamos a un lado sus necesidades emocionales casi sin darnos cuenta de que lo hacemos.
Pero, ¿sabías que el 90 % del cerebro de un niño se desarrolla durante los tres primeros años de vida? Será en sus primeros dieciocho meses donde la parte emocional del mismo empiece a forjarse de tal manera que se quede instaurada para el resto de su vida.
¿Cómo podemos estimular el vínculo de apego?
- Lo principal es el contacto cara a cara, piel con piel. Los abrazos y caricias son fundamentales para el apego.
- Hablarle al niño, narrarle cuentos o sencillamente cantarle canciones.
- El juego es un factor primordial para el desarrollo del cerebro y sobre todo para fortalecer y estimular el apego seguro.
- Aplicar disciplina con el objetivo de aprender, más que aplicar un castigo.
- Evitar discusiones en presencia de los niños.
¿Qué ventajas tiene basar la educación en este apego?
- Genera en ellos seguridad.
- Demuestran cercanía en su relación con los demás.
- Desarrollan la empatía intentando entender las emociones del otro.
- Reducen sus niveles de competitividad y agresividad.
- Aprenden a valorarse por lo que son y no por lo que tienen.
- Se muestran más comprensivos con sus padres aunque éstos pasen por momentos difíciles y tensionales.