Contracciones: esas grandes desconocidas
El útero es un órgano formado por tejido muscular, es por esa razón que tiene la capacidad de contraerse, provocando contracciones a lo largo de la vida de toda mujer, en innumerables ocasiones, no únicamente durante el embarazo o parto.
Existen diversos tipos de contracciones uterinas:
- Ovulación.
- Orgásmicas.
- Menstruales.
- Embarazo.
- Parto.
- Posparto…
Hoy en Comat Matronas vamos a centrarnos en conocer un poco mejor las contracciones del embarazo, parto y posparto, por ser esenciales para que dichas fases se desarrollen con total normalidad.
Si ya has sido mamá, seguramente sepas de lo que vamos a hablarte, pero si estás embarazada ahora, estamos seguros de que saber identificarlas y conocer su utilidad te resultará muy tranquilizador.
Contracciones en el embarazo
Es frecuente que alrededor de la semana 25 de embarazo aparezcan las denominadas contracciones de Braxton Hicks, caracterizadas porque:
- No son frecuentes.
- Es muy habitual que desaparezcan al cambiar de postura.
- No siguen un patrón.
Esto es debido a que el útero empieza a crecer más rápido para hacer sitio al bebé. En la recta final del embarazo aumenta su intensidad y frecuencia para ir preparando el cuello del útero para la dilatación.
Contracciones en el parto
Aunque como ya hemos adelantado, el útero se contrae con frecuencia en la gestación, ésto tiene un significado u otro dependiendo de lo avanzado del embarazo. En la recta final es cuando aparecen las contracciones de parto, las más conocidas (y temidas). Se caracterizan principalmente porque son rítmicas, frecuentes y su intensidad va en aumento.
Normalmente, las contracciones del trabajo del parto van siendo cada vez más frecuentes, entre 3 y 5 en 10 minutos; el intervalo transcurrido entre ellas suele ser de igual duración, cada vez más regulares; la intensidad de la contracción suele aumentar; y la duración de las contracciones van extendiéndose de 30 segundos hasta unos 75 segundos, llegando a casi encadenarse unas con otras y dificultando la recuperación entre ellas, ahí la importancia de la respiración.
Contracciones en el posparto
Son lo que conocemos habitualmente como “entuertos” y se inician durante las primeras horas tras el parto, pudiendo prolongarse días. Ellas permiten a la recién estrenada mamá expulsar los restos de membranas y coágulos que pueden quedar tras el parto, pudiendo ser más intensas si la madre amamanta al bebé, ya que desencadena un mecanismo de defensa natural, disminuyendo de este modo el sangrado posparto.