¿Qué sucede en la cuarentena?

Puerperio

El puerperio o posparto, también conocido como cuarentena, es el periodo inmediatamente posterior al parto y tiene una duración aproximada de 40 días.

Se trata de una intensa etapa de cambios en el cuerpo de la mujer puesto que, después del parto, todos los órganos y sistemas que tuvieron que adaptarse o modificarse por el embarazo tienen que recuperar su estado anterior.

El puerperio se divide en tres etapas, diferenciadas entre sí por los acontecimientos fisiológicos y psicológicos que albergan, los riesgos de salud que pueden aparecer, así como los cuidados que requiere cada fase. Éstas son:
- Primera fase o puerperio inmediato: abarca las primeras 24 horas postparto.
- Segunda fase o puerperio mediato: se sitúa entre el segundo y el décimo día.
- Tercera fase o puerperio tardío: comprende el periodo de tiempo que va desde el décimo día hasta los 45 días.

En un parto vía vaginal sin problemas, la madre y el bebé podrán volver a casa entre las 48 y a las 72 horas después del nacimiento. Si se ha practicado una cesárea, son necesarios 2 días más para recuperarse lo suficientemente para ser autónoma.

Al llegar a casa, de forma paralela a la euforia que puede aparecer, también la madre puede sentir cierta angustia de sentirse sola con el bebé. El descanso y algo de ayuda van a ser dos factores muy importantes en este periodo, porque durante los primeros días todo gira alrededor de pañales, llantos y falta de sueño.

Si la mujer no lacta, la menstruación suele reaparecer al final de este periodo. Si se instaura lactancia materna, los genitales involucionarán a su tamaño anterior pero no recuperará su función hormonal y fértil hasta que la lactancia se dé por concluida.

Una nueva etapa de la vida ha empezado…

¡Tendremos que aprender a vivirla y disfrutarla como todas las anteriores!


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Falsos mitos sobre el embarazo y la lactancia.

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Son muchas las afirmaciones y consejos que escucha una mujer durante los nueve meses de embarazo relacionadas con esta etapa que, aunque a veces resultan ciertas, en otras ocasiones pueden llegar a confundirla.
Hoy en Comat Matronas queremos compartir contigo aquellos mitos más populares, pero no sin antes recomendarte que si tienes cualquier duda acudas a tu ginecólogo o matrona.

  1. Durante el embarazo se deben fortalecer los pezones para que después no se agrieten y duelan: no es necesario porque los pezones no sufrirán ningún rozamiento dentro de la boca del bebé.
  2. Las mujeres pelirrojas, de piel blanca y ojos azules sufrirán dolor de pezones porque tienen pieles delicadas: no es cierto, ni el color, ni la textura de la piel influyen en el poder o no dar de mamar.
  3. Las mujeres que quieran amamantar a sus hijos deben hacerlo inmediatamente después del parto, de lo contrario la lactancia no tendrá éxito: es recomendable, para la madre y para el niño que se instaure la lactancia lo más pronto posible, pero no es imprescindible.
  4. Hay que controlar el tiempo de cada toma para prevenir el dolor de pezones : el dolor de pezones no tiene que ver con el tiempo, sino con una mala técnica a la hora de colocar al niño al pecho.
  5. Los bebés deben alimentarse de ambos pechos cada vez que mamen, porque sino no se estimula una producción adecuada de leche: la producción de leche, se da en función de la demanda del niño. Lo aconsejable, es que se deje elegir al niño cuánto y cuándo quiere comer, es preferible que el niño vacíe completamente un pecho a que vacíe parcialmente los dos, ya que la leche más rica en grasas es la del final.
  6. Las madres que no aumentan la ingesta de líquidos producen poca leche: la madre debe beber sólo la cantidad que le apetezca. Sólo aquellas mujeres que noten que la concentración de la orina es más densa o que tiene un olor fuerte deben aumentar el consumo de líquido.
  7. La mayoría de bebés necesitan biberones de agua o leche artificial o no recibirán suficiente cantidad de líquidos: el suministrar líquidos adicionales sólo puede influir en que el niño después no mame lo suficiente, además de desorientarle, ya que el mecanismo de succión de un biberón es totalmente diferente a la técnica empleada a la hora de mamar.
  8. La cantidad de leche que recibe el niño es proporcional al tiempo que permanece mamando: cada bebé tiene su propio ritmo de alimentación, así como cada mujer tiene su ritmo de emisión de leche.
  9. Si la alimentación del bebé se reduce a la leche materna, la madre nunca conseguirá dormir lo suficiente por la noche: conforme el niño crece, se va adaptando a la vida como cualquier persona, de manera que por la noche tenderá a comer menos y a dormir más. De todas maneras el bebé puede dormir cerca de su madre, así en caso de que se despierte lo puede colocar junto a ella y darle de mamar acostada y volver a dormir una vez el niño haya acabado.
  10. Las mujeres con inflamación de pecho deben evitar extraer manualmente la leche: al contrario, vaciar un poco el pecho apretando suavemente la areola, contribuye a aliviar la inflamación.
  11. El biberón o las tetinas de los chupetes son lo más parecido a los pezones de la madre: no se parecen en absoluto; no son sensibles, ni suaves, ni elásticas como los pezones de las madres.
  12. Las madres que prolongan la lactancia materna más allá del noveno mes no podrán dejar de amamantar a sus hijos nunca: es falso, cuando el niño decida que es el momento de abandonar el pecho de su madre lo dejarán bien claro, además es mucho mejor amamantar el mayor tiempo posible, incluso si el niño toma ya otros .

 
 


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Se acerca el momento del parto, ¿qué debo llevar al hospital?

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¿Tienes dudas sobre lo que debes llevar al hospital para el momento del parto?
Desde Comat Matronas te recomendamos que tengas todo preparado unas dos semanas antes de la fecha en que está previsto que llegue tu bebé.
Ten en cuenta que además de vuestras cosas, hay algunos documentos médicos que no debes olvidar.
Para lograr una canastilla bien completa y a prueba de imprevistos, necesitarás:
 
DOCUMENTACIÓN:

  • Cartilla de embarazo.
  • Estudio preanestésico.
  • Resultado del cultivo vagino-rectal (Streptococo Agalactiae).
  • DNI.
  • Tarjeta de la compañía.
  • Si han concertado la conservación de sangre de cordón umbilical, el kit para su recogida.

PARA LA MAMÁ:

  • Zapatillas.
  • Bolsa de aseo personal.
  • Sujetadores de lactancia.
  • Braguitas de algodón o desechables.
  • Durante el tiempo que estéis en el hospital, se os proporciona el camisón. Aun así, si deseáis usar un camión personal os recomendamos que lo hagáis una vez que habéis dado a luz, debido a que durante el parto se puede manchar de sangre, líquido amniótico, etc…

PARA EL BEBÉ:

  • Bodys.
  • Pijamas.
  • Gorritos.
  • Manoplas.
  • Arrullo / Toquilla.
  • Pañales.
  • Toallitas.

Y recuerda...¡El parto es la única cita a ciegas en la que puedes estar segura que conocerás al amor de tu vida!


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Si estoy enferma y debo tomar medicamentos, ¿puedo continuar con la lactancia?

 
 
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La respuesta para la mayoría de los casos es , dado que son muy pocos los medicamentos incompatibles con la lactancia materna y en la mayoría de casos se pueden sustituir por otros plenamente compatibles.
Además, aunque éstos pasen a la leche lo hacen en cantidades tan pequeñas que no le harán ningún daño a tu bebé.
Ten en cuenta que siempre será más beneficioso para la salud de tu hijo seguir con la lactancia materna, con todos los nutrientes y defensas que le aporta, aunque contengan mínimas cantidades de medicamento, que recurrir a la alimentación artificial.
Por otro lado, y aunque durante el periodo de incubación las enfermedades no manifiestan síntomas, éstas ya pueden ser contagiosas y tu bebé habrá estado expuesto al contagio, por lo que tu leche no sólo seguirá siendo el mejor alimento para tu hijo, sino que además le aportará anticuerpos específicos para hacer frente a tu enfermedad, en caso de haberse contagiado.
No obstante, te recomendamos que visites la web http://www.e-lactancia.org, creada por el Equipo de Pediatría del Hospital Marina Alta de Denia, donde podrás consultar en línea la compatibilidad de cualquier medicamento con la lactancia materna, así como otros productos que pueden consumir o afectar a madres lactantes.
Y recuerda, si notas cualquier cambio en el comportamiento de tu bebé deberás consultarlo con tu médico lo antes posible, ya que puede ser necesario suspender o modificar el tratamiento.


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Ha llegado la hora o al menos eso creo...¡¡Estoy de parto!! ¿Y ahora qué?

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Es el momento de coger todo aquello que con tanto mimo y cuidado has preparado para llevarte al Hospital y de dirigirte al mismo. Sin prisa pero sin pausa.
Si has escogido dar a luz en un Hospital Público debes saber que en este caso tienes que acceder por Urgencias de Maternidad. Llevar a mano tu Tarjeta Sanitaria y toda la documentación relativa a tu embarazo facilitará esta tarea.
Y ahora, ¡respira profundamente! Por fin estás aquí. Deja todo en nuestras manos. ¡Porque ahora será una matrona la primera en valorar tu estado! Ella te pondrá el monitor o cardiotocógrafo para comprobar el bienestar de tu bebé mediante el registro de sus latidos y las contracciones del útero y posteriormente procederá a realizarte un tacto vaginal para comprobar el progreso del parto. Y sí, también será ella quien controle todo el proceso de parto, siempre y cuando éste se desarrolle con normalidad.
Pero si, por otro lado, has escogido dar a luz en Cruz Roja, se procederá a avisar al ginecólogo que te ha acompañado a lo largo de tu embarazo para informar de la situación del parto y se decidirá qué hacer. No obstante, la matrona estará siempre a tu disposición para cualquier ayuda que precises. Siempre a tu lado.
Si se confirma que tu bebé está próximo a nacer...¡¡tranquilidad y confianza!! Estás rodeada de un gran equipo de profesionales que te acompañarán en todo momento.


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