Cólicos del lactante y fisioterapia

El cólico del lactante es un síndrome que puede sufrir el bebé durante la lactancia materna y que reúne múltiples síntomas que les ocasionan abundantes molestias, lo que ocasiona preocupación y quebraderos de cabeza a las familias que lo sufren.

Algunos de los síntomas que los bebés pueden presentar son; el llanto inconsolable, el sueño intranquilo, hipos muy frecuentes y persistentes, regurgitaciones frecuentes o reflujo, problemas al hacer caca, bien por exceso o por poca cantidad, problemas al expulsar los gases, abdomen distendido, además de encontrarse más activos e irritables.

Sin embargo, a pesar de que puede ser una situación desesperante, afortunadamente y, en la mayoría de los casos, no están enfermos, si no que presentan un funcionamiento incorrecto a nivel digestivo que da lugar a todos estos síntomas. Por lo que un buen tratamiento de  fisioterapia especializada puede ser la solución más efectiva, ya que generalmente se trata de una disfunción y no de una patología.

En Comat Matronas llevamos años apoyándonos en los mejores profesionales del sector de la salud para cuidar de nuestras familias, es por ello por lo que confiamos en el Centro de Fisioterapia FISIOPOYET – Manuel Raigón, donde el objetivo del tratamiento que nos plantean no solo es aliviar los síntomas, si no, sobre todo, eliminar aquello que está provocando la aparición de los cólicos del lactante.

Un proceso en el que el equipo de FISIOPOYET combinan, según la necesidad de cada bebé, diferentes técnicas de tratamiento que consigan mejorías evidentes y duraderas:

  • El Método Rubio: Una técnica con la que realizarán un trabajo directo sobre el aparato digestivo de tu bebé para ayudar a normalizar las tensiones en el mismo.
  • El Método Poyet: Una técnica donde trabajarán el cráneo, la columna y la pelvis, y sobre todo, toda aquella estructura osteoarticular que necesite ser tratada.

Gracias a estas técnicas trabajamos normalizando la mecánica craneal, si es preciso, promoviendo que el control neurológico del aparato digestivo no se vea alterado por tensiones a este nivel, muy frecuentes por la posición del bebé intraútero y por el parto. Esta parte del trabajo es también muy importante para normalizar la succión en la lactancia, por lo que permitirá que el bebé haga unas tomas más eficaces, con menos ingesta de gases, evitando en gran medida los problemas de dolor en la lactancia.

Si es preciso, del mismo modo, se trabajará la lengua, evitando que se produzcan los casos de frenectomías o corte del frenillo sublingual.

¿Qué tienen en común estás técnicas?

  • Son absolutamente indoloras para los bebés.
  • Son muy poco invasivas, por lo que las contraindicaciones son prácticamente nulas.
  • Alto nivel de efectividad: dos o tres sesiones de tratamiento, en la mayor parte de los casos, serán suficientes para notar resultados.

Si tu bebé comienza a experimentar los cólicos del lactante, no lo dejes y acude a los profesionales especialistas que te ayudarán con ello. Porque para nosotros, vuestra tranquilidad, es lo más importante.

El equipo de Comat Matronas.


El masaje infantil: vínculo afectivo y alimento emocional.

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¿Sabías que el feto es capaz de percibir las sensaciones táctiles que vienen del exterior y reaccionar cuando alguien acaricia o presiona el abdomen de su madre?
Esto se debe a que el tacto es el primer sentido que empieza a desarrollar: la primera señal de sensibilidad aparece en torno a las 7 semanas alrededor de la boca.
Durante la gestación, este sentido se irá trasladando también al resto de partes del cuerpo, de forma que, hacia la mitad del embarazo, toda la piel y las mucosas reaccionarán plenamente ante la estimulación táctil para estar completamente listos cuando nazca el bebé.
Tras nacer, cuanto más variado y abundante sea este contacto, mejor desarrollo neurológico se va a producir en el sistema nervioso central y periférico del niño.
Pero, ¿cómo podemos lograr que esto suceda? Una de las formas más sencillas y placenteras para ambas partes es a través del masaje infantil.
Y es que podríamos decir que, a nivel emocional, el masaje infantil reúne, en sí mismo, los elementos más importantes del vínculo y el apego, ya que:
- Ayuda al bebé a sentirse querido, escuchado, comprendido y aceptado.
- Mejora el sueño y ayuda al bebé a dormir más profundamente y tranquilo, a la vez que adquiere ritmos y rutinas.
- Favorece la comunicación e interacción con el bebé, beneficiosa para el establecimiento del vínculo afectivo.
- Incorpora pautas amorosas de aprendizaje y contacto con otros.
- Supone una herramienta idónea al permitir al niño tomar consciencia, de manera placentera, de las dimensiones y del espacio de su cuerpo respecto al espacio exterior, permitiendo una correcta coordinación del mismo.
- Posee efectos relajantes y tonificantes, ayudando a disminuir las tensiones físicas y emocionales que los niños acumulan a lo largo del día, disminuyendo el nivel de estrés.
- Favorece la existencia de periodos de alerta más amplios y menor reacción a estímulos dolorosos.
Y ahora que conoces todos sus beneficios, ¿sabes cómo dárselo a tu bebé?
Desde Comat Matronas te recomendamos que empieces con movimientos firmes, siempre desde dentro hacia fuera, del centro para las extremidades o de abajo hacia arriba, a un ritmo lento y constante, teniendo cuidado con la presión de los dedos según la zona.
1. Empieza por el pecho. Desliza tus manos del centro para los lados. Primero el izquierdo y después el derecho.
2. Masajea sus brazos, girando al bebé de lado, sujetándolo por el hombro y haciendo movimientos del hombro hacia la muñeca, manteniendo siempre un ritmo constante.
3. Masajea sus manos, estirando suavemente cada dedito, y después haz lo mismo con sus pies.
4. Sitúa una de tus manos en la altura del estómago de tu bebé y realiza movimientos rotatorios sobre el abdomen, que vayan en el sentido de las agujas del reloj. Alterna los movimientos con una y con otra mano. Si tu bebé tiene problemas de gases, este masaje le vendrá especialmente bien.
5. Termina tu masaje en la espalda, siempre de parte central a las laterales.
Pero, sobre todo, recuerda: sea de la forma que sea, la práctica del masaje a tu bebé aportará grandes beneficios, tanto a corto como a largo plazo, a vuestra recién iniciada relación.